La mastitis es una condición inflamatoria que afecta a la glándula mamaria comúnmente asociada con la lactancia. Es más frecuente en los primeros tres meses de lactancia, aunque puede ocurrir en cualquier momento durante este proceso. Y dando lugar incluso a mastitis inflamatoria, mastitis bacteriana, flemón, absceso mamario, galactocele y mastitis subaguda.
En este post, nuestras matronas de Happymami, han revisado la última evidencia científica para darte la mejor información relacionada con la mastitis de la lactancia, incluyendo las causas, los síntomas, los tratamientos disponibles y las estrategias para prevenir su aparición. Además, proporcionaremos información útil para las mujeres que amamantan a sus hijos, con el objetivo de minimizar el riesgo de desarrollar esta condición y garantizar una lactancia efectiva y cómoda.
¿Qué es mastitis?
La mastitis es una inflamación de la glándula mamaria que puede ocurrir en mujeres que amamantan, aunque también puede afectar a mujeres que no están lactando. En la mayoría de los casos, la mastitis ocurre durante la lactancia y es causada por una infección bacteriana en la mama.
La infección generalmente se produce cuando las bacterias ingresan al pezón a través de una grieta o lesión en el mismo. Los síntomas de la mastitis incluyen dolor en la mama, enrojecimiento, calor, hinchazón y fiebre. El tratamiento suele incluir el uso de antibióticos, así como medidas para aliviar el dolor y mantener el flujo de leche a través de los conductos mamarios. Es importante que las mujeres que amamantan sigan amamantando durante el tratamiento de la mastitis, ya que esto ayuda a vaciar la leche de la mama y a reducir la inflamación.
¿Qué tan común es la mastitis?
La mastitis de la lactancia es una condición común en mujeres que amamantan a sus hijos, con una incidencia que puede variar según diferentes estudios, pero que se ha calculado que se produce en un rango del 2% al 25% de las pacientes lactantes. Es importante destacar que la incidencia de mastitis que requiere hospitalización es baja, como se observa en una cohorte que incluía a 136.459 madres primerizas, donde solo 127 mujeres fueron hospitalizadas por mastitis, una incidencia de 9 por cada 10.000 partos.
El riesgo de recurrencia de la mastitis en mujeres con historia previa de mastitis de la lactancia es mayor que en mujeres sin historia previa.
¿Qué es una mastitis y por qué ocurre?
La mastitis de la lactancia se produce principalmente por un drenaje deficiente de la leche, causado por traumatismo en el pezón, inflamación y compresión de uno o más conductos galactóforos. Si este problema de drenaje persiste, la leche estancada se infecta y aparece la mastitis de la lactancia.
Además, la mastitis puede estar relacionada con problemas de lactancia, como excoriación o agrietamiento del pezón, obstrucción parcial o total del conducto lácteo, exceso de leche, alimentación poco frecuente, destete rápido, enfermedad de la madre o del bebé, estrés materno o fatiga excesiva, y malnutrición materna.
La patogénesis de la mastitis lactacional es compleja y puede incluir interacciones entre la microbiota asociada a la mamaria y factores específicos del huésped. La infección puede progresar hasta la formación de abscesos locales si no se trata con prontitud. Los factores de riesgo incluyen antecedentes previos de mastitis, drenaje deficiente de la leche, pezones agrietados, uso de crema en los pezones y uso de sacaleches.
En la mastitis de la lactancia, la mayoría de los casos están causados por una bacteria llamada Staphylococcus aureus, y en algunos casos, esta bacteria puede ser resistente a los antibióticos. Un estudio reveló que el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) se ha convertido en un patógeno importante en los casos de mastitis de la lactancia, siendo el patógeno más común en mujeres hospitalizadas por esta condición.
¿Cómo me doy cuenta que tengo mastitis?
La mastitis de la lactancia es una afección común que puede ocurrir durante los tres primeros meses de lactancia, caracterizada con un pecho doloroso, hinchado y rojo
Esta mastitis es más frecuente los tres primeros meses de lactancia. Siento los primeros síntomas una congestión mamaria debido a un mal drenaje de la leche, probablemente relacionado con un traumatismo del pezón, con la consiguiente inflamación y compresión de uno o más conductos galactóforos.
Y se considerará mastitis infecciosa (ya que la leche materna contiene bacterias) si los síntomas persisten más de 12 a 24 horas. Estas mastitis infecciosa de la lactancia suelen acusar con una zona firme, roja, dolorosa e inflamada de una mama asociada a fiebre >38,3ºC en una mamá lactante, además la secreción de leche puede estar disminuída. También puede tener mialgia, escalofríos, malestar general y síntomas gripales.
Tipos de mastitis
- Mastitis no infecciosa: el tratamiento de la mastitis de la lactancia no infecciosa consiste en un tratamiento sintomático para reducir el dolor y la inflamación (p. ej., agentes inflamatorios no esteroideos, compresas frías) y el vaciado completo de la mama mediante la lactancia materna continuada, el bombeo y/o la extracción manual.
- Mastitis infecciosa: El tratamiento de la mastitis infecciosa de la lactancia incluye las medidas anteriores más la administración de una terapia antibiótica con actividad contra S. aureus.
¿Cuánto dura la mastitis?
La duración de la mastitis puede variar según la gravedad de la infección y el tratamiento recibido. En general, con un tratamiento adecuado, la mayoría de los casos de mastitis de la lactancia comienzan a mejorar en un plazo de 1-2 días y se resuelven completamente en aproximadamente 1-2 semanas. Sin embargo, en algunos casos puede tardar más tiempo en sanar por completo. Si los síntomas empeoran o no mejoran después de unos días de tratamiento, es importante buscar atención médica nuevamente.
¿Qué pasa si tengo mastitis y doy pecho?
Es seguro seguir amamantando si tienes mastitis, y de hecho, es importante continuar amamantando o extrayendo la leche de la mama afectada para aliviar la congestión mamaria y evitar la obstrucción de los conductos lácteos.
La leche materna es segura para el bebé y contiene anticuerpos que pueden ayudar a prevenir la infección. Sin embargo, es importante que la madre se lave las manos con frecuencia y use una buena técnica de lactancia para evitar que la infección se propague. Además, si el médico te recetó antibióticos, debes tomarlos según las indicaciones para eliminar completamente la infección.
Mastitis y biberón
Cuando se sufre mastitis no hace falta dejar de lactar, incluso está recomendado seguir ofreciendo el pecho a tu bebé. Pero si en tu caso necesitas un biberón, debemos evitar los biberones genéricos, porque al ser diferentes a tu pecho, pueden confundir a tu bebé y hacerte perder vuestra lactancia materna.
Así la mejor solución será ofrecer un biberón Happymami diseñado a medida, con el que obtendrás le biberón más representativo de tu pecho, previniendo a tu bebé el factor de confusión, y protegiendo vuestra lactacia materna.
¿Cómo se diagnóstica la mastitis?
Para diagnosticar la mastitis, nos basamos en las manifestaciones clínicas, no siendo necesarias las pruebas de laboratorio. Hay casos en los que será necesario hacer una prueba de laboratorio para orientar la selección del antibiótico, sobre todo si estamos ante una infección grave, adquirida en el hospital o que no responde a los antibióticos empíricos iniciales.
Si tras este primer tratamiento, la mastitis no responde en 48 a 72 horas, realizar un diagnóstico por imagen será útil para diferenciar una mastitis de un absceso mamario.
¿Cómo curar la mastitis?
Cuando se trata de una mastitis de lactancia no grave, el primer paso del tratamiento implica diversas intervenciones para reducir el dolor y asegurar la continua producción de leche a través de los conductos mamarios:
- Para aliviar el dolor, utiliza compresas frías o empapa un paño en agua caliente y colócalo sobre tu pecho. Una ducha o un baño calientes también pueden ayudar.
- El paracetamol o el ibuprofeno también puedes utilizarlo para aliviar el dolor y la fiebre (debes evitar la aspirina).
- Descansa y bebe mucho líquido.
- Si das lactancia materna, continúa haciéndolo, empezando primero con el pecho dolorido.
- Evita la ropa ajustada o los sujetadores
Tratamiento mastitis infecciosa
Si en tu caso ya hablamos de mastitis infecciosa (los síntomas persisten más de 12 a 24 horas y van acompañados de fiebre o síntomas sistémicos como malestar). El tratamiento incluye antibioterápia contra S. Aureus (el agente causante más frecuente) además de las medidas anteriores.
La duración óptima de la terapia no es segura; 10 a 14 días pueden reducir el riesgo de recaída, pero pueden utilizarse ciclos más cortos (5 a 7 días) si la respuesta a la terapia es rápida y completa. En pacientes con mastitis grave o absceso, una vez que haya signos de mejoría clínica sin evidencia de toxicidad sistémica, los antibióticos pueden pasar de la terapia parenteral a la oral.
En una investigación en la que se observó a pacientes, se encontró que el uso de antibióticos junto con el vaciamiento de la glándula mamaria para tratar la mastitis infecciosa de la lactancia, aumentó la tasa de mejoría de los síntomas en dos semanas del 50% al 96%.
Si no hay mejoría clínica en 48 a 72 horas, debe realizarse una evaluación con ecografía para determinar si existe un absceso subyacente.
Prevenir mastitis
No hay evidencia suficiente para recomendar un tratamiento preventivo con probióticos en mujeres embarazadas que no tienen antecedentes de mastitis de la lactancia. Un estudio aleatorizado demostró que la administración de un probiótico Lactobacillus durante la última etapa del embarazo puede disminuir la probabilidad de mastitis de la lactancia en mujeres embarazadas con antecedentes de esta afección.
El ensayo incluyó a 108 mujeres con antecedentes de mastitis infecciosa en embarazos previos, y las que recibieron Lactobacillus salivarius PS2 por vía oral tuvieron una menor incidencia de mastitis en comparación con aquellas que recibieron placebo (25% frente a 57%).
Recurrencia mastitis
La mastitis recurrente no es común, pero puede ser causada por una terapia antibiótica inadecuada o incompleta y/o problemas con la técnica de amamantamiento que resultan en un drenaje incompleto de la leche. En casos de mastitis recurrente en la misma ubicación y/o que no responda al tratamiento antibiótico, se debe considerar la posibilidad de un carcinoma mamario inflamatorio.
Conclusión mastitis
En conclusión, la mastitis es una inflamación del tejido mamario que puede causar dolor, enrojecimiento, calor e hinchazón en la mama afectada. Afecta a mujeres que amamantan con más frecuencia y puede ser causada por bacterias que ingresan a la mama a través de fisuras en el pezón o conductos obstruidos.
El tratamiento consiste en antibióticos y el vaciado frecuente de la leche a través del amamantamiento o la extracción manual. También se pueden tomar medidas para aliviar el dolor, como el uso de compresas frías o calientes y analgésicos.
Si la mastitis no se trata adecuadamente, puede convertirse en una infección grave y potencialmente mortal, como el absceso mamario. Por lo tanto, es importante buscar atención médica si se sospecha de mastitis y seguir las recomendaciones del médico para evitar complicaciones.
Bibliografía Mastitis
- J Michael Dixon, MD Anees B Chagpar, MD, MSc, MA, MPH, MBA, FACS, FRCS(C)Daniel J Sexton. Lactational mastitis [Internet]. Uptodate.com. 2023 [citado el 31 de marzo de 2023]. Disponible aquí
- Spencer J. Patient education: Common breastfeeding problems (Beyond the Basics) [Internet]. Uptodate.com. 2023 [citado el 31 de marzo de 2023]. Disponible aquí.