¡Bienvenida, mamá! En este artículo quiero hablar contigo sobre un tema muy importante que afecta a muchas mujeres durante el embarazo y el parto: el suelo pélvico. Como sabes, el suelo pélvico es una estructura de músculos y tejidos conectivos que sostiene los órganos de la pelvis, como la vejiga, el útero y el recto.
Durante el embarazo, el crecimiento del feto y el aumento de peso pueden ejercer una gran presión sobre el suelo pélvico, lo que puede provocar problemas como la incontinencia urinaria y el prolapso de órganos pélvicos. Además, el parto también puede tener un impacto significativo en la salud del suelo pélvico de la madre.
En este artículo creado por nuestro equipo de matronas con la última evidencia científica, vamos a ver cómo el embarazo y el parto pueden afectar al suelo pélvico, qué medidas preventivas y de tratamiento existen para estos problemas y cómo puedes cuidar tu suelo pélvico antes, durante y después del embarazo para mantener tu calidad de vida y bienestar. Como matrona, mi objetivo es compartir mi experiencia y conocimiento contigo para que puedas disfrutar de un embarazo y parto saludables y sin complicaciones relacionadas con el suelo pélvico. ¡Comencemos!
¿Cómo está compuesto el suelo pélvico?
El suelo pélvico se compone en su mayoría de los músculos elevadores del ano y coccígeos, como el puborrectal par, el pubococcígeo y el iliococcígeo. También forman parte de esta estructura los músculos del esfínter uretral y anal. Los tejidos conjuntivos endopélvicos se ubican encima de estos músculos y se conectan con las paredes laterales de la pelvis y el sacro.
En la parte externa e inferior del suelo pélvico se encuentra la membrana perineal, que incluye los músculos bulbocavernoso, perineo transverso e isquiocavernoso. La inervación de esta área proviene de los segmentos S2, S3 y S4 de la médula espinal, los cuales se fusionan para formar el nervio pudendo. Este nervio inerva el esfínter anal externo, mientras que los músculos elevadores, los coccígeos y el diafragma urogenital parecen estar inervados por una conexión directa de fibras nerviosas S2, S3 y S4.
¿Qué pasa con el suelo pélvico en el embarazo y el parto?
La ciencia sugiere que aún no se conocen completamente los mecanismos biológicos de las lesiones en el suelo pélvico durante el embarazo y el parto. Sin embargo, se cree que el estiramiento, compresión o desgarro del tejido nervioso, muscular y conectivo debido al embarazo y el parto contribuyen a estas lesiones. La función neuro muscular y el soporte de los órganos pélvicos son fundamentales para el funcionamiento normal de tu cuerpo.
Durante el parto y el alumbramiento vaginal, el descenso de la cabeza de tu bebé puede estirar y comprimir el suelo pélvico y los nervios asociados, lo que puede provocar desmielinización y denervación (problemas).
Los estudios sugieren que la mayoría de las lesiones del suelo pélvico se resuelven durante el primer año después del parto, en algunos casos pueden observarse pruebas de lesión por denervación hasta cinco o seis años después del parto. La lesión por denervación puede acumularse con el aumento de la paridad y no se sabe por qué algunas mujeres recuperan la función neuro muscular después del parto y otras muestran evidencias de daño permanente.
Tener muy presente siempre que el complejo muscular elevador del ano es fundamental para la función del suelo pélvico, y la pérdida de su función puede provocar el ensanchamiento del hiato urogenital y el descenso de los órganos pélvicos.
¿Cómo saber si tengo el suelo pélvico debilitado?
Existen varios síntomas que pueden indicar debilidad en el suelo pélvico. Algunos de los más comunes incluyen:
- Incontinencia urinaria: Pérdida involuntaria de orina al toser, estornudar, reír o realizar algún esfuerzo físico.
- Urgencia urinaria: Necesidad repentina e intensa de orinar.
- Dificultad para vaciar la vejiga: Sensación de que no se ha vaciado completamente la vejiga después de orinar.
- Prolapso de órganos pélvicos: Descenso de los órganos pélvicos como el útero, la vejiga o el recto.
- Dolor o molestia en la zona pélvica o durante las relaciones sexuales.
- Pérdida de gases o heces.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable que consultes con un profesional de la salud, como tu matrona, un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico o un ginecólogo, para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
¿Qué cosas dañan el suelo pélvico?
La paridad consta de varios componentes (embarazo, parto, alumbramiento), cada uno de los cuales puede contribuir al desarrollo de trastornos del suelo pélvico. En las secciones siguientes se revisarán las pruebas del papel de cada componente.
Embarazo y suelo pélvico
Durante el embarazo es más frecuente sufrir incontinencia urinaria que previo al embarazo por afección del suelo pélvico. Entre el 7% y el 60% de las mujeres declaran incontinencia urinaria durante el embarazo siendo la mayor incidencia de incontinencia durante el segundo trimestre de embarazo.
Y aunque estos síntomas se resuelven en la mayoría de las mujeres después del parto (el 70% de las mamás) o tras el periodo del posparto. Entre un 11 y un 23% de mamás siguen teniendo incontinencia 12 meses posparto. Un dato positivo es que la gravedad de la incontinencia disminuye en el primer año tras el parto, con una reducción sustancial tanto de la frecuencia de los episodios de incontinencia como de otras medidas de gravedad.
Incontinencia embarazo y suelo pélvico
Las mujeres que sufren incontinencia durante el embarazo parece que tienen un mayor riesgo de presentar síntomas de incontinencia urinaria posparto debido al debilitamiento del suelo pélvico previo, en comparación con las mujeres que no han experimentado incontinencia durante el embarazo.
Edad materna y suelo pélvico
A medida que las mujeres envejecen y tienen hijos, aumenta el riesgo de tener problemas en la zona pélvica, como la incontinencia urinaria y el prolapso de órganos pélvicos por mayor debilitamiento del suelo pélvico. Un estudio ha demostrado que las mujeres que tienen hijos por parto vaginal después de los 30 años tienen más probabilidades de necesitar cirugía para tratar estos problemas que las mujeres que tienen hijos antes de los 30 años.
Peso al nacer del bebé y suelo pélvico
Hay estudios que sugieren que el aumento del peso del bebé al nacer puede estar relacionado con un mayor riesgo de presentar prolapso de órganos pélvicos por debilitación del suelo pélvico, pero no está claro si hay una relación con la incontinencia urinaria.
Por ejemplo, un estudio de mujeres que habían tenido un parto hace 20 años mostró que el riesgo de prolapso de órganos pélvicos aumentaba un 3% por cada 100 gramos de aumento en el peso del bebé al nacer. Sin embargo, no se encontró ninguna relación entre el peso al nacer y la incontinencia urinaria. Además, otro estudio encontró que las mujeres que nacieron con un peso mayor a 4000 gramos tenían un 50% más de riesgo de tener problemas de incontinencia urinaria en el futuro.
¿Cómo fortalecer el suelo pélvico en el embarazo?
Realizar ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico durante el embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de incontinencia urinaria a corto plazo en mujeres que no tenían problemas previos de incontinencia. Sin embargo, no se ha establecido si estos ejercicios ofrecen beneficios a largo plazo.
Un análisis de varios estudios encontró que las mujeres embarazadas que realizaron estos ejercicios tenían un riesgo significativamente menor de incontinencia urinaria entre tres y seis meses después del parto en comparación con aquellas que no los realizaron. Es importante destacar que la mayoría de los estudios incluyeron a mujeres que no habían tenido partos previos.
En estudios que evaluaron a mujeres seis o más meses después del parto, no se observó un efecto significativo y se notó una tendencia hacia una menor tasa de incontinencia urinaria en aquellas mujeres que no realizaron los ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico.
Además, es importante tener en cuenta que los ejercicios del suelo pélvico posparto puede ser perjudicial para algunas mujeres, ya que si han sufrido lesiones en el complejo muscular elevador del ano durante el parto, un programa de ejercicio puede estar contraindicado en la fase inicial de recuperación de la lesión.
¿Cuándo empezar ejercicios suelo pélvico embarazo?
Los ejercicios para los músculos del suelo pélvico realizados durante el embarazo ayudan a disminuir el riesgo a corto plazo de incontinencia urinaria en mujeres sin incontinencia previa, pero no se ha establecido un beneficio a largo plazo.
Además, no hay una rutina específica de recomendación para iniciar los ejercicios del suelo pélvico. Un ensayo aleatorizado no halló ninguna disminución de la incontinencia urinaria en las mujeres posparto que realizaron ejercicios del suelo pélvico supervisados durante 16 semanas.
¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse el suelo pélvico tras el parto?
El tiempo de recuperación con los ejercicios del suelo pélvico depende de cada caso en particular. Hay que tener en cuenta que son ejercicios beneficiosos pero que sí ofrecen resultados a largo plazo. Así, mantén esta rutina en el tiempo, porque será a largo plazo cuando conseguirás que tu suelo pélvico esté más fuerte notando los efectos positivos de los ejercicios del suelo pélvico.
Ten en cuenta que hay profesionales especializados en el tema, tanto matronas como fisioterapia que pueden ayudarte a conseguirlo de forma más óptima.
¿Cuáles son las consecuencias de la episiotomía?
La episiotomía es un procedimiento quirúrgico que se realiza durante el parto para ensanchar la abertura vaginal y facilitar la salida del bebé. Aunque es una práctica común en muchos lugares, se ha demostrado que puede tener consecuencias negativas para la función del suelo pélvico.
La episiotomía mediolateral, que es una incisión en los músculos elevador del ano y coccígeo, puede afectar la función de los músculos pélvicos. Sin embargo, un estudio en Suecia informó que la episiotomía mediolateral no estaba asociada con la fuerza muscular pélvica seis semanas después del parto.
Es importante destacar que actualmente no hay tratamientos probados para las mujeres que sufren una avulsión del elevador durante el parto, que es una lesión en los músculos que soportan los órganos pélvicos.
Un estudio pequeño mostró que las mujeres con y sin avulsión del elevador tienen una respuesta similar a los ejercicios musculares pélvicos posparto. Por lo tanto, no es común evaluar la avulsión del elevador en el periodo posparto, ya que no hay medidas eficaces de prevención secundaria y no tiene valor clínico.
Prevalencia daño suelo pélvico
Las mujeres que han dado a luz al menos un hijo tienen una mayor prevalencia de trastornos del suelo pélvico, lo que sugiere que el embarazo y el parto tienen un papel causal en su desarrollo. La tasa de trastornos del suelo pélvico aumenta con el número de partos, y se estima que el 50% de los casos de incontinencia y el 75% de los casos de prolapso en mujeres con paridad pueden atribuirse al embarazo y al parto.
El efecto de la paridad es más notable en las mujeres premenopáusicas, mientras que la edad es un factor de riesgo importante para los trastornos del suelo pélvico en mujeres posmenopáusicas. En mujeres nulíparas menores de 55 años, la prevalencia de incontinencia urinaria es del 6,5 al 18% y la de prolapso es de aproximadamente el 0,6%. Varios estudios comparativos han demostrado que la paridad y la edad afectan significativamente la prevalencia de los trastornos del suelo pélvico.
Por ejemplo, una encuesta nacional en Estados Unidos encontró que las mujeres con paridad tenían una prevalencia más alta de incontinencia urinaria y prolapso en comparación con las nulíparas. También se observó que la prevalencia de los trastornos del suelo pélvico aumentaba con el número de partos y la edad. En general, estos hallazgos respaldan la importancia de la prevención y el tratamiento de los trastornos del suelo pélvico en mujeres durante y después del embarazo y el parto.
¿Qué pasa si se daña el suelo pélvico?
El daño al suelo pélvico puede tener diversas consecuencias, que incluyen:
- Incontinencia urinaria: el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico puede hacer que la uretra no se cierre correctamente y provoque fugas de orina al realizar actividades físicas o esfuerzos.
- Prolapso de órganos pélvicos: cuando los músculos del suelo pélvico se debilitan, los órganos pélvicos (como el útero, la vejiga o el recto) pueden descender y protruir en la vagina.
- Dolor pélvico: el debilitamiento del suelo pélvico puede causar dolor en la zona pélvica, especialmente durante las relaciones sexuales.
- Problemas intestinales: el debilitamiento del suelo pélvico puede causar dificultades para evacuar el intestino o incontinencia fecal.
Es importante destacar que no todas las personas con debilidad del suelo pélvico presentan síntomas, pero si se sospecha de algún problema es recomendable consultar a un especialista en suelo pélvico para una evaluación y tratamiento adecuado.
¿Cómo fortalecer el suelo pélvico?
Aparte de los ejercicios de suelo pélvico, existen otros métodos para fortalecer el suelo pélvico pero que necesitarán la valoración y puesta en marcha por un profesional especialista como tu matrona o fisioterapéuta:
- Biofeedback (retroalimentación biológica: Consiste en la inserción de un sensor en la vaina que identifica qué músculos estás contrayendo y mide la fuerza con cada contracción. Esto te puede ser útil si tienes dificultades para aislar la musculatura del suelo pélvico durante los ejercicios de kegel y también darte una idea de tu progreso a medida que consigues fortalecer tu suelo pélvico.
- Estimulación eléctrica: Consiste en colocar un dispositivo en la vagina o el ano que suministra una pequeña corriente eléctrica la cual hace que se contraigan tus músculos del suelo pélvico. Esta técnica puede realizarse junto con la biorretroalimentación.
- Pesas vaginales: Mucho más común, ya que se pueden adquirir en las farmacias o internet. Son pesas que se introducen en la vagina y que tendrás que mantener durante las actividades de la vida diaria utilizando tu suelo pélvico, aumentando así su fuerza. Aunque las pruebas que respaldan este método son limitadas, algunas personas consideran que les ayuda a fortalecer el suelo pélvico.
Conclusión suelo pélvico
En conclusión, el fortalecimiento del suelo pélvico mediante ejercicios de los músculos del suelo pélvico durante el embarazo puede reducir el riesgo de incontinencia urinaria a corto plazo en mujeres sin incontinencia previa. Sin embargo, los beneficios a largo plazo no han sido claramente establecidos.
Además, la evidencia sobre la efectividad de los ejercicios del suelo pélvico en mujeres con incontinencia urinaria preexistente es limitada. Es importante tener en cuenta que el ejercicios del suelo pélvico posparto debe ser realizado con precaución, ya que algunas mujeres pueden sufrir lesiones en el complejo muscular elevador del ano durante el parto. En general, se necesitan más estudios para determinar los efectos a largo plazo de los ejercicios del suelo pélvico durante el embarazo y posparto en la prevención y tratamiento de los trastornos del suelo pélvico.
Bibliografía suelo pélvico
- Facog LBM. Patient education: Pelvic floor muscle exercises (Beyond the Basics) [Internet]. Uptodate.com. [citado el 1 de mayo de 2023]. Disponible en aquí.
- Handa VL. Effect of pregnancy and childbirth on urinary incontinence and pelvic organ prolapse [Internet]. Uptodate.com. [citado el 16 de mayo de 2023]. Disponible en aquí: