¿Cómo preparar un biberón de fórmula? Si das lactancia mixta o biberón de forma exclusiva, hay recomendaciones para realizar la preparación del biberón de fórmula, y por eso, nuestras matronas te han preparado el siguiente post con las últimas recomendaciones que nos da la ciencia sobre la preparación del biberón de fórmula.
¿Qué leche vamos a utilizar?
Es bien sabido que la lactancia materna es la mejor opción de alimentación para tu bebé, de forma exclusiva hasta los 6 meses y complementaria hasta los dos años. Pero existen multitud de ocasiones en las que es necesario o se quiere usar leche de fórmula también, tanto de forma mixta con lactancia materna, como de forma exclusiva.
Estas leches de fórmula, son preparados para bebés que puedes encontrar en forma líquida y en polvo para diluir en agua, y existen dos tipos de preparados para lactantes. Las llamadas leche de inicio o leche tipo 1, que se utilizan para los bebés con edad de 0 a 6 meses (aunque puedes usarlas durante para todo el primer año de vida), y leches de continuación o leche tipo 2, que son las que se utilizarían a partir de los 6 meses.
Higiene para la preparación del biberón
Antes de empezar con la preparación del biberón es importante tener en cuenta que la fabricación de la leche en polvo para lactantes no garantiza su esterilidad, incluso siendo fabricada bajo respetando todas las normas de higiene vigentes. Y a eso, si le añadimos una mala manipulación o almacenamiento incorrecto, aumenta considerablemente el riesgo de multiplicación bacteriana.
Por eso, una adecuada preparación y conservación de los biberones será prioridad para prevenir enfermedades, que en ocasiones son muy grabes para los bebés, causadas por bacterias como Cronobacter y Salmonella.
Preparación del biberón
- Las recomendaciones para preparar un biberón que nos da la AEPED son las siguientes:
- Hay que lavarse las manos con agua y jabón previa a la preparación.
- Tienen que estar limpios tanto el biberón como la tetina y guardados en superficies adecuadas, o envueltos en papel, evitando usar trapos de cocina.
- Si ofreces a tu bebé la presentación líquida de leche de fórmula, sólo será echar la cantidad que tome tu bebé en el biberón y calentarla.
- Si usas leche en polvo, saber que no son estériles, por lo que la recomendación que nos da la Sociedad Europea de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica es:
- Lee las instrucciones del polvo de preparación que vas a utilizar, con la que calcularás la cantidad de leche y agua que necesita.
- Si usas agua embotellada caliéntala como mínimo a 70ºC para destruir las bacterias y no dejar enfríar el agua durante más de 30 minutos antes de hacer la mezcla. Puedes comprobar esta temperatura con un termómetro.
- Si usas agua potable hierve este agua, como indicaremos más abajo.
- Añade el agua (a 70º como mínimo) en el biberón y luego añadimos la cantidad exacta de polvo, conforme a las instrucciones de la etiqueta con una proporción de un cacito raso de leche en polvo por cada 30 ml de agua.
- Comprueba la temperatura de la leche con unas gotas en la zona interior de la muñeca, que no queme.
- Tras darle el biberón desechar todos los restos que no se hayan consumido en un plazo máximo de 2 horas.
Consideraciones preparar un biberón de fórmula
- Prepara el biberón de cada toma, aunque si es necesario se pueden preparar para todo el día, lo único que deberás de conservarlo en la nevera.
- Deberás desechar la leche sobrante tras cada toma.
- Puedes mantener el agua con la que vas a preparar el biberón en un termo caliente, para añadir justo antes de la toma el polvo de fórmula, pero no mantener en el termo el biberón ya preparado.
Añadir el polvo del biberón
La recomendación para añadir la leche polvo del biberón es siempre echar primero el agua templada en el biberón y luego añadimos los cacitos de polvo de leche al raso del cacito. ¿Y cuántos cacitos? como norma general, tendrás que poner un cacito rasado por cada 30 ml o lo que viene siendo también conocido como 1 onza de agua.
Así tendremos que los biberones serán de 60, 90, 120 ml, etc. Y como hemos echado primero el agua con la cantidad que debe tomar, es normal que tras echar los polvos aumente de nivel total, y será lo que debería de tomarse.
Aunque es verdad que la mayoría de preparados comerciales ya recogen en el mismo tarro, las cantidades por toma. Estas cantidades son orientativas y no quiere decir que sea necesario que se tome toda la toma. No hay que forzar y para saber si tu bebé está bien alimentado o no es la apariencia de saciedad y la ganancia de peso, no lo que come.
Calentar la leche de biberón
Para calentar la leche en biberón la recomendación es introducir el biberón en agua caliente e ir removiendo para que el contenido del interior del biberón se caliente de forma homogénea. Se puede calentar con calienta biberones y microondas, aunque con este último no está recomendado porque no calienta de forma uniforme, entonces puede haber partes mas frías y partes que quemen. Si tu opción es sólo microondas, mueve bien el biberón tras calentarlo y comprueba que no quema la leche echándote un par de gotitas en la muñeca.
Preparar biberones para la guardería
¿Y si tienes que llevar biberones a la guardería? pues te dejamos las recomendaciones de las guías nos dan para preparar los biberones para la guardería.
- Se recomienda preparar las tomas con agua a no menos de 70 °C y dejar enfriar. Es importante que el enfriamiento se realice rápidamente, por ejemplo, sumergiendo la toma en agua fría o dejándola bajo el chorro de agua del grifo.
- Una vez las tomas estén frías, puedes transportarlas a la guardería en condiciones de frío (bolsa de frío por ejemplo)
- Rotula cada una de las tomas de tu bebé para que en la guardería sepan cual es de tu bebé.
- En la guardería al recibir los biberones, el personal lo introducirá en un frigorífico exclusivo para ello.
- La temperatura del frigorífico no superará los 5ºC, siendo supervisada diariamente.
Hervir el agua del biberón
Otro tema controvertido es el de hervir el agua de los biberones. Antiguamente existía la creencia de hervir el agua con la que preparamos un biberón. Pero, ¿realmente necesitamos hervir el agua potable para preparar los biberones? La respuesta debe razonarse en función de la desinfección del agua potable.
Y esto viene de que La Guía de Salud Materno-Neonatal es una publicación de divulgación sanitaria para padres que se entregaba en los hospitales españoles, y recomendaba tanto en su primera edición de 1997 como en la actual de 19991 se recomienda que “se prepare el biberón con agua potable siempre hervida (unos 10 min) y templada.
Aunque hay que tener en cuenta, que actualmente se han sufrido unos brotes de Salmonelosis en bebés. Un hecho muy importante que nos hace replantearnos la importancia de una correcta preparación del biberón basada en una correcta higiene y una temperatura mínima de preparación de 70ºC conseguimos evitar esa posible proliferación bacteriana. Evitando la imprudencia de calentarlo y dejarlo horas a temperatura ambiente.
Problemas de hervir el agua durante 10 minutos
Este hecho de conseguir una ebullición del agua potable durante 10 min aumenta la concentración de sodio unas 2,5 veces con lo que la reconstitución de las fórmulas de inicio con agua potable supera fácilmente el límite superior de sodio permitido por la ESPGAN de 1,2 mEq/100 ml establecida con la finalidad de preservar al riñón del lactante de una excesiva carga renal de solutos.
Además, el agua hervida durante 10 min a cielo abierto multiplica por 2,4 la concentración de nitratos , de modo que agua potable con 23 mg/l de nitratos (cifra inferior al valor guía)6 , al hervirla superaría los 50 mg/l (valor máximo tolerable), con lo que habría un riesgo adicional de metahemoglobinemia.
No hay que hervir el agua de los biberones si está embotellada
La recomendación actual es el empleo de agua mineral natural hipomineralizada (menos de 25 mg/l de sodio) embotellada, la cual por definición no tiene virus, bacterias ni protozoos. Pero sí, preparar el biberón con una temperatura mínimo de 70ºC para evitar la proliferación de bacterias por que los preparados de leche en polvo no son estériles.
Y si no se usara agua embotellada puede afirmarse que con 1 min de ebullición (a nivel del mar) es suficiente y evita el riesgo añadido de exceso de aporte iónico como recomienda la Organización Mundial de la Salud.
¿Hasta cuándo hay que usar agua embotellada o hervir agua no embotellada?
¿Hasta qué edad debe mantenerse esta recomendación? La recomendación de los anales de pediatría es que probablemente hasta los 9-12 meses, ya que a partir de esta edad tu bebé ya gatea y parece incongruente hervir el agua y no poder evitar que sus manos sucias del suelo vayan a su boca.
Tiempo de conservación de la leche preparada
Al igual que la leche materna, la leche preparada tiene unos tiempos de conservación, y si vas a preparar varios biberones para tenerlos ya preparados, recordarte que hay que calentarlos en el momento de dar la toma y que está leche preparada sólo puede estar 24 horas en nevera, y si no se usara hay que tirarla.
Lavado del biberón
Para lavar el biberón, como las tetinas, agua y jabón es suficiente, ya sea a mano o en lavavajillas asegurándonos que no queden restos de leche. Y es que no hace falta comprar un jabón especial, y tampoco hay que esterilizar los biberones. Parece chocante, porque hay mucha cultura de que hay que esterilizarlos, o bien la primera vez, o cada uso, pero la recomendación actual es que no hace falta y te contamos por qué.
Durante décadas la esterilización y desinfección de los biberones, tetinas y chupetes ha sido una recomendación constante en pediatría. Este proceder tenía su justificación hace años porque las condiciones sanitarias de la población eran extremadamente diferentes: el agua de abastecimiento público no estaba en muchas ocasiones purificada, la refrigeración no estaba al alcance de todas las economías ni tan perfeccionada y las aguas embotelladas, escasas en el mercado, tienen indicaciones precisas.
Por tanto, entonces tenía plena justificación la desinfección o esterilización previa para reducir o eliminar la posible contaminación bacteriana. Actualmente las condiciones sanitarias en un país como el nuestro permiten recomendar un cambio de actitud.
Además, diferentes estudios mostraron hace tiempo que la contaminación bacteriana era similar entre los lavados y los esterilizados y que la incidencia de gastroenteritis no variaba.
Aunque sí que hay que tener en cuenta que la esterilización de los biberones es un paso imprescindible en el caso de los bebés más vulnerables:
- Los bebés prematuros.
- Los bebés con bajo peso al nacer.
- Los bebés con inmunodeficiencia.
Recomendaciones para lavar el biberón
De lo expuesto se derivan dos conclusiones:
La primera es que debido a las buenas condiciones sanitarias de nuestro país y, aun sabiendo que la legislación española es la más permisiva en la calidad bacteriológica del agua potable, no es aceptable que hagamos trabajar a los padres más de la cuenta hirviendo agua, biberones y tetinas durante días. Solamente se justificaría este esfuerzo en algunos casos, cuando el pediatra o el médico de cabecera, conocedores de la familia y de las condiciones higiénicas en que viven, lo indiquen por razones médicas.
La segunda es que las sociedades pediátricas y, principalmente la Asociación Española de Pediatría, deberían recomendar a los fabricantes de leches artificiales la inclusión del lavado previo de manos al preparar las leches de inicio y la eliminación de las estrictas normas de esterilización en el etiquetado de las leches de continuación.
¿Puedo usar leche de inicio tipo 1 el primer año?
Si, tal y como hemos comentado anteriormente, puedes usar leche tipo 1 durante todo el primer año. Esto es un tema controvertido, que como podemos encontrar en el libro de Carlos Gonzales “Mi hijo no me come” cito textualmente
“En Estados Unidos, la Academia Americana de Pediatría recomienda dar, a los bebés que no toman el pecho, la misma leche durante todo el primer año. La OMS también opina que las leches de continuación son innecesarias.”
“(…) No es que la leche de continuación sea mejor para los bebés mayores. Es peor que la leche de inicio, porque está menos adaptada. Pero los bebés mayores tienen capacidad suficiente para metabolizarla y la pueden tolerar. Naturalmente, la publicidad de la industria láctea intenta darle la vuelta a la tortilla y vender la leche de continuación como «enriquecida en proteínas para cubrir las necesidades en aumento de su hijo». Y luego dice que no hacen falta esa proteínas, que es un tontería.”
Conclusión preparar un biberón de fórmula
Como siempre te decimos, cada situación de cada mamá con su bebé es única y adaptarnos a vuestro momento y necesidades es vital. Por eso con estos post queremos darte la última evidencia para ayudarte a conseguir lo que tú necesitas. Y si esterilizabas todo, empezaremos a ahorrar energía y tiempo. Cualquier cosa estaremos encantadas de ayudarte.