La alimentación complementaria del bebé lactante, también llamada Beikost. Es la introducción progresiva de alimentos distintos a la leche a partir de los 4-6 meses de vida. Un periodo muy importante y que genera muchas dudas, por ello el equipo de matronas de Happymami han preparado el siguiente post para ti con todo lo que debes saber sobre la introducción de alimentos a tu bebé.
Introducción de alimentos a tu bebé
Es bien sabido que los 1000 primeros días de vida, que comprenden el periodo fetal y los dos primeros años de vida, son la etapa más importante de la formación de nuestro cuerpo. Siendo la etapa en que nuestros órganos se desarrollan a una mayor velocidad, creando los pilares del cuerpo que tendremos el resto de nuestra existencia. Por ejemplo, el 80% de nuestro cerebro se forma durante los tres primeros años de vida.
Nuestro cuerpo se adapta al entorno, siendo uno de los elementos más fundamentales de nuestro contexto los alimentos que disponemos al alcance. Siempre ha habido una amplia variedad en las dietas de las diferentes culturas de la Tierra. El cuerpo humano, en especial en las primeras etapas de la vida, tiene la capacidad de adaptarse a todas ellas. Es por ello que los nutrientes ingeridos en este periodo influyen en el desarrollo y maduración de nuestro cuerpo a través de cambios adaptativos.
¿Cuándo empezar la introducción alimentos bebe?
La introducción de la alimentación complementaria para tu bebé no debes iniciarla nunca antes de los 4 meses. El sistema digestivo es demasiado inmaduro y la alimentación complementaria puede ser dañina. Además, aumenta el riesgo de sobrepeso, o de alergia alimentaria. Ni más tarde de los 7 meses, pues a partir de los seis meses la lactancia exclusiva, en especial la materna, no es suficiente para cubrir las necesidades calóricas. Así como de ciertas vitaminas y minerales, como el hierro, el zinc, el flúor, la vitamina B12 o la vitamina D, entre otros.
Por ello, la respuesta correcta sería, entorno a los 6 meses de edad. Pero lo más importante, el cuándo iniciar no solo es un criterio temporal, sino que depende también de la maduración del bebé, en especial para la introducción de alimentos sólidos.
Signos que indicarán que tu bebé está preparado
Sabremos que nuestro pequeño está preparado para comer alimentos diferentes a la leche cuando:
- Se sienta firme, con buen control de cabeza y cuello, aunque requiera un poco de apoyo.
- Se lleva las manos u otros objetos como juguetes, a la boca.
- A desaparecido ya el reflejo de extrusión, con el cual empujan cualquier objeto sólido que se ponga entre los labios hacia fuera con la lengua. Suele desaparecer entre los 4-5 meses de edad, y se puede “entrenar” con mucha paciencia, usando alimentos semisólidos, y sin obligar, ni caer en la frustración. Ten siempre presente que este movimiento de lengua no es voluntario, y por tanto, no significa ni que tu pequeño no quiera comer, ni que no le guste ese alimento.
- Y, sobre todo, cuando muestra interés por la comida.
Alimentos a evitar
- Hasta los 12 meses tu bebé no puede tomar leche animal no modificada. Esto es debido al potencial riesgo de anemia (si no es posible la lactancia materna, ofrecer leche de fórmula tipo 1 o 2. Posteriormente intentar no superar los 720 ml/día hasta los 2 años, y los 500 ml/día a partir de los 2 años, sumando el total de leche consumida en todos los productos lácteos que beban o coman.
- Por el mismo motivo “la anemia”, se tienen que evitar los productos lácteos (yogur y queso). Así como las verduras de hoja verde ricas en nitritos (lechuga, acelgas, espinacas, apio y remolacha), hasta los 9 meses, e introducirlos en pequeñas cantidades. Consumir verduras y hortalizas lo más frescas posibles para evitar que los nitratos se conviertan en nitritos. Y lavar muy bien con agua abundante hoja a hoja (y por supuesto no fumar, ya que la mayor exposición a las nitrosaminas es a partir del medio ambiente y del tabaco).
- Hay que evitar también la miel o las conservas, hasta los 12 meses por el riesgo de botulismo.
- No se debe añadir sal a los alimentos hasta los 12 meses. Su incompleta maduración del sistema excretor. Esto incluye evitar los productos preparados que llevan sal (preparados de especias o las pastillas de caldo), o los alimentos con alto contenido de sal (salazones). De 12 a 24 meses se puede introducir pequeñas cantidades de sal. Y a partir de los 2 años igual que el adulto (3-6 gr/día).
- No se debe dar azúcar, edulcorantes, o alimentos que los contengan hasta los 2 años de edad. Posteriormente estos alimentos no deben representar más de un 10% de la dieta (idealmente menos de un 5%).
- Se deben evitar los líquidos distintos a agua o leche. Se recomienda evitar dar zumos de frutas, aunque sean 100% fruta exprimida o caseros. Pero si se decide dar estos últimos no deben superar los 120 ml al día
Pauta de introducción de los alimentos
Actualmente no hay evidencia sobre cuál es la forma más segura para introducir alimentos al bebé. No obstante, la forma más recomendable sería la que se expone a continuación:
- Para los bebés hay dos tipos de alimentos: los alimentos nuevos (es decir, los que nunca han probado), y los alimentos conocidos (los que ya han probado previamente en varias ocasiones).
- Cuando queremos introducir un alimento nuevo, tenemos que hacerlo inicialmente en pequeñas cantidades, y si no hay reacción iremos aumentado la cantidad (esto es especialmente importante para los alimentos con alto riesgo alérgico, máxime si el bebé es de alto riesgo alérgico).
- Durante unos días (3 o 4), sólo podremos dar a nuestro bebé un único alimento nuevo, que sí podremos mezclar con los alimentos ya conocidos (esto es porque si tiene reacción tenemos que saber a qué alimento, y si se han introducido diferentes dificulta saber a cuál o cuáles ha sido). Tras cerciorarse que tu bebé no tiene reacción al alimento este pasará de la categoría “nuevo” a la categoría “conocido” y podremos empezar a introducir otro alimento nuevo.
Es importante no forzar a tu bebé a comer. La alimentación es un proceso madurativo, y como tal, cada bebé tiene su ritmo. Hay que dejar que tu bebé regule la cantidad que quiere tomar, vigilando eso sí que no pierda variedad, y centrando nuestra preocupación en la calidad de la alimentación.
Es importante no forzar a tu bebé a comer
También, ten en cuenta que la alimentación en el ser humano no solo es un proceso nutritivo, sino además social y de sociabilización. Debemos intentar comer con nuestro bebé en vez de solo darle de comer, que sea un momento agradable del día, una actividad familiar de experimentación y descubrimiento para nuestro bebé, sin pantallas, televisores, ni elementos de distracción, que por otro lado se asocian con un mayor riesgo de atragantamiento y con un aumento innecesario de la ingesta y mayor sobrepeso/obesidad.
Hay que tener en cuenta que los mayores referentes de los bebés son sus propios progenitores, por tanto, debemos intentar que los padres tengan una dieta lo más correcta posible, pues la mejor forma de hacer que un alimento sea apetecible para tu bebé, es que esté en el plato de sus padres.
Ciertos alimentos pueden ser rechazados por tu bebé. Especialmente si se ha hecho una dieta “hipersabrosa” rica en azúcares, sal o grasas saturadas o trans (alimentos ultraprocesados). Los cuales desplazan palatividad, haciendo que otros alimentos carentes de estos componentes nos parezcan sosos y poco apetecibles, pero no se tiene que desesperar, ni forzar al bebé.
Hay que tener en cuenta que para considerar que realmente un bebé rechaza un alimento ha tenido que ser ofrecido en quince ocasiones diferentes (quince comidas diferentes). Se recomienda que este alimento sea introducido con frecuencia, que sea de buena calidad y sabor, y sobre todo que sea comido por los progenitores delante del bebé. Si tu bebé persiste en su rechazo debes de evitar conductas negativas tales como el castigo, el grito, el enfado, o el chantaje, que son contraproducentes, pudiendo ofrecer alternativas saludables que complementen el alimento rechazado.
¿Qué alimentos son los más indicados de inicio?
No hay calendarios de introducción alimentos bebe óptimos. La alimentación del bebé tiene que ser lo más similar a la de su contexto familiar, por tanto, los primeros alimentos que hay que introducir son los más consumidos en su hogar, lógicamente teniendo en cuenta los alimentos restringidos por edad.
Es importante que tu bebé disponga a su alcance de una dieta variada y de calidad y, en particular, a partir de los seis meses es recomendable introducir alguna fuente rica en hierro y zinc como la sangre, la carne, las vísceras, los moluscos, el pescado azul, las legumbres, los frutos secos, y los cereales enriquecidos.
Los alimentos ricos en vitamina C, como las frutas rojas y cítricos, el pimiento crudo o el perejil, favorecen la absorción de hierro, de hecho, se recomienda que al menos una comida al día sea rica en vitamina C.
La calidad de la alimentación cobra tanta importancia. Hoy en día estamos bombardeados con alimentos ultraprocesados y harinas refinadas que aportan mucha energía, pero nada o muy poco de otros nutrientes que necesitamos obligatoriamente para crecer o vivir en plena salud. Por eso estos productos adquieren el popular nombre de “Kilocalorías vacías”, porque, a pesar de su alto contenido calórico, tienen una densidad nutricional y un valor nutricional muy muy bajos.
Los niños mandan la cantidad, y los adultos la calidad
Por otro lado, en muchas sociedades incluyendo la nuestra, hay una innecesaria preocupación por la cantidad. En ocasiones obsesiva, como se refleja en el hecho de que el 95% de las consultas por supuesta hiporexia infantil (poco apetito). Siendo falsas hiporexias por una errónea percepción de los cuidadores.
Hay que recordar que la cantidad de alimento que ingerimos se regula en función de las necesidades energéticas. Las cuales a su vez son altamente variables, cambiando radicalmente en un mismo individuo dependiendo de las necesidades en cada momento.
Nuestro estado, como ya hemos dicho, está entre los países europeos con más sobrepeso y obesidad infantil (superando en algunas estadísticas incluso a EEUU), y eso es en parte porque mucha gente ha renunciado a la calidad en post de una innecesaria cantidad. Pero paradójicamente la mayor parte de esos niños con sobrepeso u obesidad van a estar malnutridos, pues carecen de todos los nutrientes que necesitan.
Por tanto, no hay que obligar ni forzar a los bebés a comer (salvo indicación médica por patología justificante), ya que además de ser contraproducente, es innecesario. Hay que desplazar esa histórica preocupación por la cantidad, en post de una rentable preocupación por la calidad, concepto que se resume con la siguiente regla de oro: los niños mandan la cantidad, y los adultos la calidad.
¿Y qué hora del día?
En cuanto a qué hora del día empezar, la respuesta es similar. Cada casa, y cada familia, tienen sus propios horarios. Lo ideal es empezar con una comida al día. La que sea la más voluminosa en el hogar, salvo la cena que será la última en introducir. Posteriormente si se tolera adecuadamente, hacer dos comidas al día. E ir subiendo progresivamente durante los primeros meses hasta adaptarse al ritmo familiar, aproximadamente a los 12 meses. Este ascenso depende más del bebé que de una pauta, no siendo generalizable pues cada bebé tiene su ritmo evolutivo.
A partir del primer año de vida tu bebé ya tiene que estar más o menos adaptado a la rutina alimentaria de la familia. Tanto en horario como en calidad. Como ya se puede utilizar la sal en pequeñas dosis es más fácil cocinar para todos. Se recomienda mantener la lactancia materna, y si esta no es posible, podemos sustituirla por leche animal no modificada, o la fórmula tipo 3. Sobre la leche animal no modificada, resaltar que la de oveja tiene aproximadamente un 50% más de calcio que la de vaca o cabra. Independientemente del animal de origen, si no hay problema de sobrepeso u obesidad, la leche entera va a tener un mejor contenido nutricional. A los dos años la leche no es un alimento obligatorio siempre y cuando lo sustituyamos por alimentos ricos en calcio, como el pescado azul (sardina), el pan integral, las semillas, las almendras, los higos, el brócoli o las legumbres.
¿Hay necesidad de suplementos vitamínicos?
Inicialmente si la dieta es correcta y variada no es necesario. Recordar la necesidad de aportar alimentos ricos en hierro y zinc a partir de los 6 meses. Desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad es recomendable un suplemento de vitamina D (400 UI/día), sobre todo teniendo en cuenta que hemos de evitar la exposición solar durante el primer año de vida.
Posteriormente si tu bebé tiene una dieta equilibrada junto a una exposición solar de 10-30 minutos al día. Es más que suficiente para cubrir las necesidades de vitamina D. Si el bebé no toma agua del grifo, sino que la toma embotellada, se recomienda un aporte de flúor adaptado a la edad, a partir de los 6 meses. Si el bebé lleva una dieta vegetariana, o más aún vegana, es importante administrar un suplemento de vitamina B12.
Dieta de calidad:
La dieta que se expone a continuación es una referencia de la más óptima para los seres humanos. Según la evidencia actual, a partir de los 2 años de vida. Esta dieta no es 100% extrapolable a los bebés ya que estos tienen sus propias necesidades. Pero sí que nos sirve de orientación y guía para la alimentación de los más pequeños de la casa:
Una alimentación equilibrada consiste
- La base de la alimentación son las verduras y las frutas, preferiblemente crudas, aunque también cocidas. Siempre que sea posible comer este tipo de alimentos con piel, eso sí bien limpia. No prohibir pero si evitar vegetales almidonados, sobretodo patata y maíz. Si se cocinan que sean con alimentos que bajen su índice glucémico como alimentos ricos en grasa, fibra o proteínas.
- Complementar con legumbres y cereales 100% integrales (evitando a poder ser las harinas).
- No olvidar: especias puras, semillas, y frutos secos crudos o tostados.
- A ello sumar aceite de oliva virgen, huevo, pescado de cadena trófica baja (bacalao, rape, mero, dorada…) o productos del mar.
- Se puede añadir una o dos veces a la semana carne blanca (o más ocasionalmente roja), y leche y derivados. Para que los lácteos sean saludables: la leche solo tiene que tener un ingrediente, sin añadir nada más. A partir de los 2 años la leche animal o derivados no son obligatorios, y si se consumen no deben superar los 500 ml/mg al día sumándolos todos.
- Para beber solo agua o leche sola.
- Cocinar siempre a bajas temperaturas: crudo, vapor, guisado, plancha, horno con poco aceite. Evitar frito, o barbacoa.
- Evita azúcares libres: no solo el blanco, sino también miel, panela, azúcar moreno, jarabes, siropes y concentrados o jugos de frutas.
- Debes evitar cereales refinados. En especial harinas, y productos procesados o con mal perfil lipídico.
- No recomendable alimentos poco saciantes, como zumos, batidos, gelatinas…
Conclusión introducción de alimentos a tu bebé
Cada bebé es único, e intenta adaptar a vuestra situación. Son etapas, y en muchas ocasiones lo más importante es tener paciencia. Recuerda hay dos métodos de introducción por textura: introducción por triturados, o directamente por sólidos (BLW o BLISS), sin ventajas o desventajas médicas demostradas en los estudios actuales. Lo realmente importante no es el método sino ofrecer una dieta de calidad y evitar los alimentos con alto riesgo de atragantamiento.