Después de 9 meses aproximadamente de embarazo, se acerca un día super esperado, el parto. Y al igual que el embarazo, cada parto es distinto y no tiene por qué ser similar a los anteriores ni al de familiares o amigas. Es un momento importante que genera muchas dudas. Por eso las matronas de Happymami hemos creado el siguiente post especial para ti, la guía de parto, cuándo ir al hospital.
Signos y síntomas del parto cuándo ir al hospital y qué hacer
Previo a la fecha probable de parto, unas dos semanas antes, aparecerán una serie de signos y síntomas premonitorios. Esta etapa se llama pródromos de parto, y su duración e intensidad puede cambiar entre una gestante u otra.
Signos y síntomas pródromos parto
Para empezar, puede que tu bebé descienda hacia el canal del parto, descendiendo tu abdomen. Gracias a esto, puedes notar menor pesadez de las digestiones y mejorar el ardor de estómago si tenías. Sin embargo, tu vejiga estará más presionada, por lo que vas a orinar con mayor frecuencia y menor cantidad. También con este descenso, la cabeza de tu bebé se insinúa en la pelvis y puede disminuir los movimientos de tu bebé. Puede que notes más dolor de espalda y que aparezcan otros síntomas generales como flatulencias, inquietud y desasosiego, cefaleas y vómitos.
Si no has tenido aún contracciones, van a aparecer, y sobre todo por la tarde y por la noche. Su sensación es como contracciones musculares, o pinchazos en la parte baja del abdomen. No son rítmicas y suelen desaparecer o disminuir con el reposo. Estas contracciones, a diferencias de las contracciones de parto, no producen dilatación, pero sí, va preparando el cuello del útero para el momento del parto ablandándolo. Puede que con el reblandecimiento del cuello del útero, expulses el tapón mucoso. Lo identificarás porque suele ser espeso, y más o menos oscuro o incluso sanguinolento, pero todo normal.
En esta etapa puede romperse la bolsa amniótica, incluso sin contracciones. Esta rotura de bolsa, no supone, en principio, ningún riesgo para tu bebé, siempre que el embarazo esté a término. Pero sí, puede ser un riesgo de infección para la madre. Por lo que si es así, acude a tu hospital. Ten en cuenta que te preguntarán unos datos que son importantes: La hora de rotura de bolsa, la cantidad de líquido que has expulsado, y el color que tenía. Y ya decidirán el mejor tratamiento para vuestra situación.
¿Qué llevar al hospital para el parto?
Actualmente, en España en todos los centros públicos que vayas, suelen tener todo lo necesario para la mamá y el bebé durante vuestra estancia en el hospital. Pero como, cada caso es diferente, tenemos diferentes necesidades y puede variar entre un centro y otro, no estaría de más que lleves un neceser para ti y tu bebé. Además, si acudes a centros privados, deberás llevarlas, tanto de ropa como de aseo.
El contenido de este neceser será personal, y deberás de prepararlo con tiempo previo a la fecha de parto, puesto que cuando sea el momento de acudir al hospital, no será el mejor momento para prepararlo. En cualquier caso, no llevéis ningún tipo de joyas, piercings, ni esmalte en las uñas.
Neceser para la mamá
Un neceser con útiles de aseo, braguitas desechables, zapatillas, bata y un par de camisones (abiertos por delante para que sea más cómodo dar de mamar).
Neceser para el bebé
- La ropa puede ser diferente según la época del año en que se produzca el parto. Mejor utilizar prendas sin lazos, botones y cremalleras; es mejor ropa con velcro, fácil de poner y quitar.
- Bodies, pijamas, calcetines o patucos.
- Pañales de la talla recién nacido, toallitas infantiles.
- Toquilla, arrullo o manta para la salida del hospital.
- Sillita o cochecito.
- Sistema de retención infantil en el automóvil, adecuado para el recién nacido: grupos 0 y 0+.
¿Cuándo ir al hospital parto?
Puede ser todo un reto decidir el momento en que se debe acudir al hospital. Lo más importante es mantener la calma y no precipitarse.
Si no es tu primer bebé, y sobre todo, si tus partos anteriores han sido rápidos, deberás acudir al hospital con las primeras molestias, que por tus experiencias anteriores, vas a reconocer. Tu vientre se endurecerá por igual, durante un minuto aproximadamente, y de forma intermitente.
Si es tu primer bebé, por lo general, irá todo un poco más lento. La fase inicial, los pródromos suele llevar más tiempo, y si acudes pronto al hospital se puede hacer más tedioso. Nada como estar en casa, alternar posturas cómodas, un baño de agua caliente (si no has roto bolsa), etc, pero siempre que no estés muy lejos del hospital.
Un parto se inicia de manera espontánea cuando hay contracciones rítmicas (no ceden con el reposo, y que, progresivamente van aumentando de intensidad, duración y frecuencia) cada 5 minutos, y durante una hora de reloj.
Otras razones por las que acudir al hospital aunque no se hayan iniciado las contracciones rítmicas.
- Que se rompa la bolsa de las aguas, aunque no haya contracciones; hay que tener en cuenta que la rotura de la membrana a veces presenta dudas porque no fluye una gran cantidad de líquido, en ocasiones se puede producir lo que llamamos una rotura alta o un poro de bolsa que hace fluir el líquido muy lentamente y en pequeñas cantidades.
- Para comprobar que se trate de esta posibilidad y no de flujo abundante o pérdidas de orina (el líquido amniótico no tiene olor), colócate una compresa y comprueba que se va mojando poquito y que la pérdida se incrementa con los movimientos o la tos, no obstante, si el color no es transparente acude lo antes posible, aunque sin urgencia, para descartar alguna complicación.
- Sangrado en cantidad superior a una regla. (No se deberá confundir con un ligero manchado, normal después de una exploración vaginal, ni tampoco con la expulsión del tapón mucoso, que ya comentamos anteriormente, podía ser moco sanguinolento).
- Descenso brusco o ausencia de movimientos del bebé. Es sabido que la movilidad del bebé van descendiendo progresivamente a partir de la semana 32 aprox. hasta el final del embarazo; esta disminución de movimientos de tu bebé se explica porque el líquido amniótico en el que se mueve también se hace menor y el espacio en el que “vive” tu bebé se va reduciendo a medida que éste aumenta de tamaño, pero teniendo presente esto, es un signo de alarma percibir de forma repentina movimientos muy escasos y débiles o ausencia de ellos.
¿Cómo son las contracciones?
Las contracciones pueden ser más o menos dolorosas. Aunque por lo general, el dolor es un factor que suele acompañar a las contracciones: al principio es una molestia en el abdomen, que se puede irradiar a la zona lumbar baja y a medida que progresa la dilatación, se hace más intensa y severa, irradiándose a toda la zona lumbar y al sacro. Cada mujer va a sentir de manera diferente la contracción. Ahora bien, es fundamental que tengas una actitud tranquila, relajada y colaboradora, que te ayudará a mantener el útero también más relajado y favorable a la dilatación. Además, te cansarás menos y respirarás mejor, con lo que tu bebé también va a conseguir una mejor oxigenación, algo que también es muy importante para él en estos momentos.
¿Qué pasará cuando llegues al hospital?
Cuando una mujer embarazada llega al hospital, dependiendo del protocolo del hospital, serás recibida por la matrona o la ginecóloga, y decidirán tras una valoración si estás o no de parto. Para valorar si estás de parto o no, la matrona o ginecóloga realizará una exploración vaginal, valorando la dilatación y el estado del cuello de tu útero, la altura de tu bebé en la pelvis, incluso la integridad de la bolsa amniótica. Además, te realizarán un registro cardiotocográfico en el que valorarán la frecuencia cardiaca de tu bebé y tus contracciones, su frecuencia e intensidad. Una valoración global de la situación tras la que decidirán si te ingresan o te mandan de vuelta a tu domicilio. Como orientación, se recomienda que el ingreso en el hospital se realice cuando se cumplan los si guientes criterios: dinámica uterina regular, borramiento cervical > 50% y una dilatación de 3-4 cm.
Fases del parto
Una vez iniciado el parto tras los pródromos, éste se divide en 3 periodos o fases del parto: Fase de dilatación, fase de expulsivo, fase de alumbramiento.
Primera etapa del parto, dilatación, definición y tiempos
Esta etapa se divide a su vez en fase latente, y fase activa. La fase latente comienza con el inicio del parto y se caracteriza por la presencia de contracciones variables en cuanto a intensidad y duración, y se acompaña de borramiento del cuello del útero y progresión lenta de la dilatación hasta los 2 o 4 cm. En cambio la fase activa se caracteriza por el aumento en la regularidad, intensidad y frecuencia de las contracciones y la rápida progresión de la dilatación.
Clásicamente se ha considerado que la duración de la dilatación era un factor muy importante y comprometedor para la salud de las mamás y sus bebés. Pero la duración del parto varía de mujer a mujer, y está influenciada por el número de partos anteriores y su progreso no tiene porqué ser lineal.
No es posible establecer la duración de la fase latente de la dilatación debido a la dificultad de determinar el comienzo del parto. Pero si de la fase activa del parto, la cual es variable entre las mujeres.
- Primíparas (primer embarazo)
- El promedio de duración es de 8 horas.
- Es improbable que dure más de 18 horas.
- Multíparas
- El promedio de duración es de 5 horas.
- Es improbable que dure más de 12 horas
En esta fase las contracciones suelen ser rítmicas, cada 2-3 minutos. Cuando las contracciones espontáneas no son rítmicas, se suele poner un suero con oxitócina, ya que es fundamental que la mujer tenga contracciones regulares, para facilitar la progresión del parto.
Qué hacer en la fase de dilatación del parto
Ahora viene cuando vas a iniciar todo lo aprendido durante las clases de preparación al parto. Te serán muy útiles practicar técnicas de relajación y respiración, además, si lo necesitas, tienes a tu disposición tu matrona que estará encantada de darte las indicaciones oportunas sobre las posiciones más adecuadas en tu caso y que favorezcan la marcha del parto.
Actualmente, existen hospitales que prohíben durante esta etapa y hasta el final del parto ingerir sólidos y líquidos. Esta prohibición esta basada en si fuera necesaria una intervención con anestesia general. Es un procedimiento que ha quedado obsoleto si se aplica sin excepciones. Pero está en función de los protocolos establecidos en el servicio de anestesia y reanimación de cada hospital. Si solamente quieres refrescar tu boca y labios resecos, puedes pedir una gasa mojada en agua, enjuagarte y lavarte los dientes. Para los labios que suelen estar agrietados, puedes utilizar vaselina.
Si es posible tomar líquidos, o incluso comer, hazlo dependiendo del punto en que te encuentres del parto y siempre hablado con la matrona que cuida de ti, y si está contemplado en los protocolos de actuación. La recomendación es que bebas líquidos claros (agua, zumos sin pulpa, té o café. bebidas isotónicas). Las bebidas isotónicas son las más recomendables porque además de hidratar, proporcionan pequeñas cantidades de glucosa y previene la cetosis. Vacía la vejiga, a poder ser, de forma espontánea (mientras no lleves la epidural). Si las circunstancias lo permiten (sin restricción de movilidad) puedes ir al baño por tus propios medios y ayudada por tu pareja o la matrona que te acompaña en ese momento.
Satisface, en la medida de lo posible, las expectativas con el alivio del dolor durante el parto, consulta con tu matrona las opciones disponibles. Recuerda también que no hace falta utilizar un enema de forma rutinaria, ni estar rasurada.
No permanecezcas necesariamente acostada, si lo deseas y la epidural no reduce la movilidad de tus extremidades inferiores, puedes solicitar permanecer sentada, sobre la pelota, de pie o paseando, eso sí, será la matrona la que valore las circunstancias concretas de cada momento y de cada mujer. Se trata de estar lo más cómoda y confortable posible, al mismo tiempo que evolucione favorablemente la dilatación y nada afecte a la seguridad del bebé.
Segunda etapa del parto, expulsivo, tiempos y qué hacer
La segunda etapa del parto o periodo expulsivo es aquella que transcurre entre el momento en que se alcanza la dilatación completa y el momento en que se produce la salida de tu bebé. Y a su vez se subdivide en dos fases:
- Periodo pasivo del expulsivo
- Dilatación completa del cuello antes o en ausencia de contracciones involuntarias del expulsivo (sensación de pujo).
- Las contracciones uterinas hacen descender la cabeza del bebé a lo largo de la vagina
- La duración normal en nulíparas es de hasta 2 horas tanto si tienen como no anestesia epidural.
- La duración normal en multíparas es de hasta 1 hora si no tienen anestesia epidural y de 2 horas si la tienen.
- Periodo activo del expulsivo (cuando existe alguno de los siguientes puntos)
- Existen contracciones de expulsivo en presencia de dilata ción completa
- El bebé se visualiza
- Pujos maternos en presencia de dilatación completa con ausencia de contracciones de expulsivo
- La duración normal en nulíparas es de hasta 1 hora si no tienen anestesia epidural y de hasta 2 horas si la tienen.
- La duración normal en multíparas es de hasta 1 hora tanto si tienen como no anestesia epi dural.
Qué hacer en la fase de expulsivo del parto
Si no llevas la epidural, o el efecto de esta y la situación te lo permite, adopta la posición en que te encuentres más cómoda, evitando permanecer tumbada sobre la espalda. Las posiciones verticales (sentada, de pié, acuclillada) o laterales (tumbada de lado) se asocian a expulsivos de menor duración. Las mujeres que adoptan la posición de apoyo manos y rodillas encuentran que es la más cómoda para dar a luz, y han reportado menor dolor lumbar y menor dolor perineal postparto. También, aplicar compresas calientes en el periné durante el expulsivo y evitar el masaje perineal durante la segunda etapa del parto.
Durante esta etapa, el dolor puede aumentar por la distensión del periné. Tendrás grandes deseos de empujar ocasionados por la compresión de los nervios de la pelvis, seguramente sentirás alivio con cada pujo. Si tienes analgesia epidural, este periodo se suele alargar, no tendrás dolor pero percibirás una sensación de peso o presión en la zona perianal. Es muy importante que sigas todas las instrucciones que se te den (inspiraciones, pujos, respiraciones, relajación, posición correcta, etc.), siempre encaminadas a un final más beneficioso tanto para ti como para tu bebé.
La episiotomía no debe ser realizada de forma rutinaria durante un parto vaginal, incluso en mujeres con desgarros de tercer o cuarto grado en partos anteriores y sólo deberá realizarse si hay necesidad clínica, como un parto instrumental.
Nacimiento del bebé
Tras el nacimiento del bebé el cordón umbilical se ligará, preferiblemente pasados dos minutos o cuando cesa el latido. Tu bebé será colocado en tus brazos para que lo mantengas en contacto piel con piel sobre tu pecho desnudo. Es importante que los bebés sanos mantengan este contacto piel con piel con su madre de forma inmediata e ininterrumpida desde el momento del nacimiento y durante una a dos horas. E iniciar, si es deseo materno, la lactancia materna lo antes posible.
Por lo que se evitará la separación de la madre y el bebé, al menos durante la primera hora, hasta que haya finalizado la primera toma. Si es posible, este contacto hay que mantenerlo tanto tiempo como la madre y el bebé necesiten. Posponiendo los cuidados rutinarios posnatales del bebé, como el peso, administrar la pomada oftálmica, vitamina K, vacuna antihepatitis, etc.
Tercera etapa del parto, alumbramiento
La tercera etapa del parto es la que transcurre entre el nacimiento y la expulsión de la placenta. Su duración se considera prolongada si no se completa en los 30 minutos posteriores al nacimiento del bebé con manejo activo (administración oxytocina tras salir el bebé) y 60 minutos con el alumbramiento espontáneo. Este manejo activo de la tercera etapa del parto, se realiza porque acorta su duración. Disminuye el riesgo de hemorragia posparto y la necesidad de oxitocina terapéutica. Pero el alumbramiento espontáneo o fisiológico es una opción si la mujer lo solicita. Se necesita también en esta fase de vuestra colaboración en los pujos o relajación, que te indicará tu matrona, según convenga a fin de que la placenta se expulse.
¿Qué hacer frente al dolor del parto?
En un parto normal no inducido con oxitocina, sin restricción de movilidad, en un ambiente favorecedor en el que la madre se siente segura y cómoda, muchas mujeres pueden soportar el dolor, gracias a los intervalos entre contracciones que permiten descansar y a analgésicos liberados por el organismo. Actualmente, vas a poder acceder a los diferentes métodos no farmacológicos y farmacológicos disponibles de alivio del dolor. Puedes elegir un método o varios y cambiar de unos a otros según la evolución del parto y de la intensidad del alivio que desees obtener en cada momento. Para tomar una decisión informada acerca de estos métodos, es conveniente conocer las ventajas y desventajas de cada uno de ellos:
Métodos no farmacológicos
- La inmersión en agua caliente disminuye moderadamente el dolor, facilita la relajación y reduce el uso de analgesia epidural siempre que se realice durante la fase activa de la primera etapa del parto (≥4cm de dilatación), sin que se produzcan efectos adversos en la duración del parto, en la tasa de cesáreas ni en el bienestar del bebé.
- El masaje y el contacto físico tranquilizador por la persona acompañante alivian el dolor y la ansiedad durante la dilatación y el expulsivo, sin efectos indeseables.
- El uso de pelotas de goma puede facilitar la adopción de posturas confortables.
- Las técnicas de relajación y respiración pueden resultar de ayuda y no producen efectos indeseables.
- La inyecciones de agua estéril son útiles para el alivio del dolor lumbar que algunas mujeres
experimentan durante las contracciones, pero produce escozor y un dolor intenso momentáneo.
Métodos farmacológicos
- La inhalación de óxido nitroso proporciona un moderado alivio del dolor que muchas mujeres consideran suficiente. Sin embargo, puede provocar náuseas, vómitos y ligero aturdimiento que desaparecen en cuanto se interrumpe la inhalación.
- Los opioides intravenosos e intramusculares tienen un efecto analgésico limitado y pueden provocar náuseas y vómitos. Al adormecer al bebé podrían producir depresión respiratoria e interferir en la lactancia materna.
- La analgesia epidural es una técnica invasiva, por eso la mujer debe ser informada sobre sus beneficios, riesgos e implicaciones sobre el parto:
Analgesia epidural
Es un tratamiento para el dolor muy utilizado, en diferentes intervenciones médicas, pero en especial para el parto. No se te pondrá hasta que hayas sido examinada y constaten que a priori no existe ninguna contraindicación para su aplicación. Recuerda que es importante haber firmado el consentimiento adecuado previo a la hospitalización.
Beneficios de la analgesia epidural
- Es el método que procura un alivio más eficaz del dolor.
- La analgesia epidural a bajas dosis permite la deambulación.
Riesgos de la analgesia epidural
- Hipotensión materna y pérdida consiguiente del bienestar fetal, que se trata con reposición de líquidos intravenosos y fármacos vasoactivos.
- Fiebre intraparto que plantea problemas de diagnóstico con otras causas de fiebre y puede obligar a someter a estudios a la madre y al bebé.
- Dificultad para la micción y retención urinaria que debe tratarse con sondajes vesicales repetidos.
- Restricción de la movilidad, incapacidad o dificultad para la deambulación, sentir las piernas dormidas o no sentirlas en absoluto.
- Se asocia con un expulsivo más prolongado y con un mayor riesgo de necesitar ayuda para el parto mediante fórceps, ventosa o espátulas.
- Por otro lado, la analgesia epidural no está asociada a una dilatación más prolongada ni a mayores tasas de cesárea. Tampoco se asocia a dolor de espalda a largo plazo.
Contraindicaciones para poner la anestesia epidural
- Tatuajes que cubran la zona de punción.
- Trastornos de la coagulación y tratamiento con anticoagulantes.
- Infección local (lugar de la punción) o general.
- Eclampsia.
- Hemorragia severa o shock.
- Parto muy avanzado o aparición de complicaciones que exijan su finalización rápida.
- Con dilataciones muy avanzadas (8-9 centímetros) no está indicada ya que la posibilidad de complicaciones supera a los posibles beneficios, añadiendo además que, en esta circunstancia, su efectividad es muy baja.
Cuidados del bebé tras el nacimiento.
Tras el nacimiento, los bebés se encuentran en un estado muy especial en el que están despiertos, atentos a lo que sucede alrededor, con los ojos abiertos, el sentido del olfato muy agudizado y los reflejos activos. Es conveniente conocer la importancia de este momento, que apenas dura dos horas, para vivirlo plenamente. Ese primer contacto en el que el bebé y su madre se miran, tocan y huelen es una experiencia inolvidable.
Tu y tu bebé permaneceréis en contacto piel con piel atendidos por la matrona, quién se interesará por tu estado general, sus constantes (tensión, pulso y temperatura) y el mantenimiento de una adecuada contracción uterina, vigilando el proceso de adaptación del recién nacido.
El contacto piel con piel ayuda a los bebés a adaptarse a la vida extrauterina, a mantener la temperatura. Además disminuye el tiempo de llanto, (¿por qué llora tu bebé?), potencia el vínculo entre la madre y el bebé, resulta muy grato para ambos y facilita el establecimiento de la lactancia materna, ya que el bebé instintivamente, busca y encuentra el pezón, se agarra espontáneamente e inicia la primera toma. Este afianzamiento espontáneo tras el nacimiento se relaciona con lactancias más fáciles y de mayor duración. Guía lactancia materna, los primeros días.
La matrona te ayudará en la primera toma si tu deseo es amamantar. Si en tu caso no deseas amamantar a tu bebés, no debes privarse de los otros beneficios del contacto piel con piel, que se realizará de igual manera. Puede evitarse, si se prefiere, que el bebé alcance el pezón y succione o permitirle esta primera succión sin continuar posteriormente con otras tomas.
Conclusión guía del parto, cuándo ir al hospital
Una vez que el parto ha tenido lugar, comienza una nueva etapa a la que tu pareja y tú tendréis que adaptaros. Cada caso es diferente, y conlleva siempre un aprendizaje contínuo para esta nueva etapa. Pero, sobre todo recordarte que en España, tenemos unos profesionales admirados a nivel internacional, confía en tu matrona y ginecóloga, pues ellas quieren lo mejor para ti y tu bebé. ¡Y enhorabuena de antemano! Esperamos que este post con la guía de parto, cuando ir al hospital te haya ayudado. Además, te dejamos aquí la última actualización del permiso por maternidad y paternidad.